Un icono de las carreras: Sega Rally

Que el automovilismo tiene miles y millones de adeptos en el mundo entero, y despierta una pasión casi similar a la del fútbol, es una realidad innegable, en Paraguay es un deporte de mucho arraigo, todos los años se celebra el transchaco rally, competencia que congrega a los fanáticos del deporte motor.

Y es, justamente para quienes conjugan su afición por esta modalidad, con la de los videojuegos, que existe algo que marcó un antes y un después en los arcades, un juego que nos remonta a los preciosos años 90, donde ir a un shopping o a un centro comercial y encontrar una sala donde hayan "jueguitos" era el pico más elevado de la felicidad de un   niño, o adolescente (y por qué no de un adulto).

Sega Rally fue el responsable de que la adrenalina nos suba al momento de pisar el acelerador a fondo, hacer un adelantamiento o una maniobra dominando el volante de un Toyota Célica o un Lancia Delta con la música de fondo que todavía perdura en el subconsciente de quienes jugabamos  por horas y horas. También resuena en nuestra mente el característico "game over yeaaaah" que se escuchaba al finalizar el juego, y en vez de dejarte "bajoneado", te daban ganas de comprar mas fichas para echarle a la máquina.

La temática era simple: Se empezaba un campeonato mundial, conocido como "world championship", teniendo este tres escenarios principales, el primero en el desierto africano (muy parecido al chaco paraguayo por cierto), el segundo en la selva sudamericana, y al final del juego en una región montañosa, emulando los paisajes de Mónaco y Corsica, regiones europeas en donde se desarrollan varias competiciones automovilísticas.

Otra particularidad de Sega Rally era que no se podía jugar entre dos personas, pero eso no le quitaba la emoción al juego, que como ya lo habíamos dicho fue algo innovador, y como toda cosa exitosa fue superando etapas, y generaciones, hoy en día está disponible para PlayStation 3, Xbox 360, PSP y PC, lo que demuestra su vigencia y que despierta la misma pasión y apego en sus fans que el propio deporte en el cual está inspirado.